Ismael Llaito Meli está acusado de intentar matar a un hombre a balazos el pasado 2 de agosto en la ciudad de Comodoro Rivadavia. Este martes, tras una audiencia de control, logró que le cambien la prisión preventiva por arresto domiciliario, a pesar de la gravedad del hecho.
El hecho -según planteó la fiscal Andrea Rubio- sucedió cuando Llaito Meli estaba reunido con otras tres personas y sin previo aviso, sacó un arma calibre 32 y descargó al menos seis tiros. La víctima recibió una bala en la cabeza, otra en el abdomen y uno en la pierna. Milagrosamente, fue trasladado al Hospital Regional, y sobrevivió.
La fiscalía pidió mantenerlo tras las rejas por peligro de fuga e intento de entorpecer la causa. Pero la defensa retrucó: dijo que la víctima ya recibió el alta, que Llaito no tiene antecedentes, necesita tratamiento médico y hasta presentó un informe socioambiental “positivo”. El juez Ariel Tedesco compró el argumento y le dio arresto domiciliario y prohibición de salir de la ciudad por dos meses.
La fiscal no se quedó quieta: pidió revisión del fallo, tildándolo de “arbitrario” y sin fundamentos sólidos. Pero el tribunal de revisión —jueces Fernanda Revori y Martín O’Connor— confirmó la medida: dijeron que el juez “cumplió mínimamente con los requisitos” y homologaron el arresto domiciliario.
Un caso que deja muchas cejas levantadas: seis disparos, tentativa de homicidio… pero en casa.