El viernes pasado se armó una audiencia clave para revisar la prisión preventiva de Pablo Emanuel Ovalle, acusado de un robo heavy con arma de fuego. La fiscalía pidió que siga tras las rejas, y como la defensa no puso peros, el juez dio el OK para que Ovalle permanezca detenido dos meses más o hasta que se haga la audiencia preliminar.
El equipo de la fiscalía, liderado por Juan Carlos Caperochipi junto a Alan Larrue, vino con todo: presentaron la acusación pública con pruebas sólidas que sostienen el cargo de “robo agravado”. Dijeron que, con una posible condena de 7 años y medio, Ovalle podría intentar escaparse. Además, como vive cerca de la víctima, hay riesgo de que complique la investigación.
La defensora pública, María Cristina Sadino, comentó que antes había pedido arresto domiciliario para Ovalle, pero esta vez no tuvo argumentos nuevos para insistir. Por eso, no se opuso al planteo de la fiscalía.
El juez penal Miguel Caviglia, que llevó las riendas de la audiencia, decidió que Ovalle siga preso por los próximos dos meses o hasta la próxima audiencia, porque el riesgo de que se fugue o interfiera en el caso está más que claro.