¡El viento otra vez haciendo de las suyas en Comodoro! Si vivís en Comodoro Rivadavia, sabés que el viento no es solo un clima, es un personaje que te arruina el peinado, el día y, de yapa, el servicio de colectivos. Este martes, las ráfagas pegaron con todo: suspendieron los bondis a zona norte, un domo en Los Delfines quedó en terapia intensiva y un techo en Kilómetro 8 dijo “chau, me voy volando”.
Viento zarpado: los colectivos tiraron la toalla
A las 13 horas, cuando las ráfagas ya parecían sacadas de una peli de desastres, Patagonia Argentina decidió parar los colectivos hacia zona norte. ¿La razón? Nadie quiere que un bondi termine haciendo piruetas en la ruta 3.
La suspensión es “hasta que el tiempo se porte bien”, algo que en Comodoro suena más utópico que encontrar wifi gratis en el Chenque. Mientras, las líneas de zona sur siguen funcionando.
Un domo y un techo víctimas del viento patagónico
El viento no solo se llevó la paciencia de los comodorenses, también dejó un reguero de destrozos. En la calle Los Delfines un domo que probablemente soñaba con ser el protagonista de un evento cool quedó hecho trizas. Literalmente, voló en pedazos, como si el viento le hubiera dicho: “Acá mando yo”. Y en Kilómetro 8, en la calle Los Arrayanes, un techo decidió que ya no quería ser parte de una casa y se mandó a pasear por el barrio.
¡El viento en Comodoro se mandó un récord olímpico!
Si creías que el viento en Comodoro Rivadavia no podía ser más bruto, agárrate: este martes una ráfaga de 214 km/h sacudió la ciudad. El temporal de viento causó tal asombro que un trabajador de la parte alta del Yacimiento CAPSA, ubicado a 35 km de la ciudad, tomó el registro de ráfaga más alta en los últimos tiempos y causó revuelo en las redes sociales.
Con este récord de 214 km/h, Comodoro se ganó un lugar en el podio de los lugares donde el viento manda. Pero la pregunta que todos nos hacemos es: ¿cuándo para? El Servicio Meteorológico Nacional no dio pronósticos claros, pero en una ciudad donde el viento es más predecible que el colectivo, nadie espera un milagro.
Viento en Río Mayo: voló el techo del Ejército y la Patagonia tiembla
En Río Mayo, ese rincón chubutense donde el viento parece tener rencor personal, este martes una ráfaga zarpada se mandó y voló parte del techo del Ejército. Sí, leíste bien: el mismísimo cuartel militar terminó con chapas volando como si fueran confeti en una fiesta loca.
El incidente pegó fuerte en la base del Ejército Argentino en Río Mayo, un pueblo que ya sabe lo que es pelear contra los elementos. Una ráfaga traicionera levantó el techo como si fuera un papel, dejando destrozos que parecen sacados de una peli de desastres low budget. Nadie herido, por suerte, pero el operativo de limpieza ya está en marcha, con los militares barriendo chapas