El veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada por amplia mayoría en el Congreso, encendió las alarmas en todo el sistema de educación superior. La norma buscaba garantizar recursos para el funcionamiento de las universidades nacionales, recomponer salarios docentes y no docentes y evitar recortes en becas e investigación.
“Un punto extremo” en la vida universitaria
Desde la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) se sumaron al comunicado del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que expresó: “Hoy llegamos a un punto extremo en la vida de las universidades públicas argentinas”.
El rechazo es contundente: rectores, docentes y gremios advierten que el ajuste ya impacta en las aulas. Según datos del CIN, el sistema enfrenta un desfasaje del 134% en funcionamiento y más del 80% en salarios, lo que afecta becas, cupos y programas de extensión.
Qué proponía la ley vetada
La Ley de Financiamiento Universitario incluía tres puntos clave:
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Actualizar automáticamente los gastos de funcionamiento según la inflación.
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Recomponer los salarios docentes y no docentes.
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Blindar becas, investigación y materias para evitar más recortes.
Además, aclaraba que no generaba nuevos impuestos ni comprometía el equilibrio fiscal, un argumento que contradice la versión oficial del Ejecutivo.
Movilización en defensa de la universidad pública
El rector de la UBA, Ricardo Gelpi, junto a Oscar Alpa y Franco Bartolacci (presidente y vice del CIN), anunciaron una marcha nacional en defensa de la universidad pública. La convocatoria busca sumar a toda la sociedad: “Esta ley no es contra nadie, es a favor de todos. Sin educación, sin salud y sin ciencia, no hay futuro para el país”.
Impacto regional y contexto político
En Chubut, referentes de la UNPSJB advirtieron que la medida golpea directamente a sedes como Comodoro Rivadavia, Trelew, Esquel y Puerto Madryn, que ya funcionan con presupuestos al límite. A nivel nacional, la decisión de Milei se suma al reciente veto a la Ley de Emergencia Sanitaria Pediátrica, alimentando las tensiones con sindicatos docentes, rectores y legisladores opositores.
Un debate que trasciende la política
La consigna que circula en redes sociales y universidades es clara: “No se trata de ideologías ni de partidismos. Se trata de garantizar derechos básicos”. Con el veto, la crisis universitaria ingresa en una etapa decisiva, donde las marchas y movilizaciones marcarán el pulso de la discusión pública en las próximas semanas.