Desde este miércoles 1 de octubre, los usuarios de todo el país enfrentan una nueva suba en las tarifas de energía eléctrica y gas natural, que promedia un incremento del 1,9%. La actualización se deriva de una serie de resoluciones publicadas por los entes reguladores, que aplican una compleja fórmula que combina diversas variables económicas, incluyendo la inflación y ajustes en los costos de producción y transporte.
En el sector de la energía eléctrica, el aumento final es el resultado de la suma y resta de varios factores técnicos:
- Las distribuidoras Edenor y Edesur registraron subas de 3,13% y 3,07%, respectivamente, en el Costo Propio de Distribución, ajustado por los índices de precios mayoristas y al consumidor.
- Se aplicó un fuerte incremento del 7,12% en el Precio Estacional del Transporte en Alta Tensión (PEAT).
- Esto se compensó ligeramente con una baja mínima del 0,22% en el Precio Estacional de la Energía (PEST).
Por su parte, el servicio de gas natural presenta un panorama similar de incrementos y nuevos mecanismos de cálculo:
- Se dispuso un aumento general del 2,6% sobre las tarifas que estaban vigentes hasta el mes de septiembre.
- Se incorporó un nuevo indicador denominado “Diferencias Diarias Acumuladas” (DDA), que funcionará como un mecanismo de ajuste para los futuros cuadros tarifarios.
- Además, se estableció un recargo adicional del 7% sobre el precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), cuyo valor se actualiza bajo los contratos del Plan Gas.Ar, sumando otro componente dolarizado al costo final que pagan los usuarios.
La medida refleja la dinámica de ajuste continuo de las tarifas de servicios públicos, atadas a la inflación local y a valores internacionales, impactando de forma directa en el gasto de los hogares.