Este viernes, cerca de las 12:50, un control policial en el cruce de la Ruta 26 con la 39 terminó con el secuestro de un bovino despostado que viajaba al aire libre en la caja de una Toyota Hilux. Sí, como si fueran bolsas de cemento, pero versión costillar.
El transporte no tenía habilitación, ni cadena de frío, ni nada que garantizara que esa carne llegara a la parrilla sin riesgo de transformar tu asado en un capítulo de The Last of Us.
El operativo estuvo a cargo de Seguridad Rural, dependiente de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, que labró acta por infracción al Código Alimentario y avisó a SENASA.
¿Final de la historia? La carne terminó incinerada. Chau vacío, chau costillas, chau choripán. El asado fantasma nunca llegó a ver la luz.