En Comodoro, H.F, condenado en 2018 por matar a Luis Miguel Curiqueo, volvió tras las rejas después de que lo engancharan en abril con un revólver calibre 32. La Justicia le dio un año y dos meses más de condena y le cortó la libertad condicional.
La historia de Fretes suena a remake mala de esas que nadie pidió. Ya había recibido 11 años de cárcel en 2018 por homicidio. Pero en abril de este año, en un operativo de la Brigada de Investigaciones en Comodoro, lo encontraron con un revólver calibre 32 largo, así como quien va al súper con bolsa ecológica.
La Fiscalía, comandada por Facundo Oribones y Ricardo Carreño, armó el caso con pruebas y testigos, mientras que la defensa intentó tirarla al córner denunciando supuestas irregularidades en el procedimiento. Pero el juez Jorge Odorisio no compró la jugada y falló en contra. Resultado: un año y dos meses más adentro, y reincidencia marcada en el currículum judicial.
La cereza del postre: como le cortaron la libertad condicional, no solo cumple la nueva condena, sino que también tiene que completar el tiempo pendiente de su sentencia anterior. Básicamente, nivel final desbloqueado: cárcel de nuevo.
En Comodoro, historias como esta ya no sorprenden tanto. Los vecinos están más curtidos que el viento de la Rada Tilly y ven cómo nombres conocidos vuelven a aparecer en el mapa del delito.