Comodoro Rivadavia amaneció con un crimen en la estación de servicio Rodrigo, en Yrigoyen y Pellegrini, dejó a todos con la boca abierta. Dos pibes de Buenos Aires, recién llegados a la city, fueron baleados en el playón.
El domingo a la madrugada, un llamado al 101 puso a la Comisaría Primera en modo CSI. Cuando los polis llegaron, encontraron a los dos jóvenes tirados en el playón. Una ambulancia los llevó volando al hospital, pero uno, lamentablemente, murió. El otro, con tres balazos encima, está estable, esperando el próximo parte médico.
El comisario Lucas Cocha, que no duerme desde el finde, dio una conferencia el lunes a las 9 de la matina. Confirmó que los pibes eran de Buenos Aires, vendían medias y ropa, y llevaban días en Comodoro. ¿Turistas? No, emprendedores de la calle, al parecer. El padre del pibe que murió ya está en la ciudad, lidiando con el peor viaje de su vida.
La hipótesis del robo está más floja que el WiFi en el Chenque, pero la poli no descarta nada. ¿Ajuste de cuentas? ¿Confusión? ¿Alguien vio algo raro? Las cámaras de la estación y los testimonios están bajo la lupa, pero por ahora, es un misterio.
La poli en modo detective: cámaras, vainas y más
La investigación está en modo True Detective. La Fiscalía, Criminalística y la Brigada de Investigaciones están revisando cada pixel de las cámaras de seguridad. Las vainas encontradas en el playón son la clave, pero no hay rastros de que los pibes hayan devuelto fuego. O sea, fueron blanco fácil. La poli también está hablando con testigos, pero todo bajo siete llaves, como si fuera un secreto de estado. Cocha fue claro: “No descartamos nada”. ¿Un ajuste? ¿Una vendetta personal?