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Astillero en ruinas y mural partidario: la postal del abandono en Comodoro

Abc Diario

El astillero de Comodoro Rivadavia, inaugurado en 1979 como gran apuesta para convertir a la Patagonia en un polo naval, hoy es apenas un esqueleto oxidado. Dos décadas de abandono lo convirtieron en símbolo de promesas incumplidas y desidia estatal.

En medio de este panorama, apareció un mural azul y amarillo, los colores de Despierta Chubut, pintado en el galpón principal. A un mes de las elecciones, la escena encendió la polémica: propaganda política en un espacio público que, en vez de trabajo y reactivación, solo muestra chapa descascarada y estructuras oxidadas.


Promesas millonarias, cero avances

El gobernador Ignacio Torres había prometido hacer del astillero uno de los ejes de su gestión. En diciembre de 2024 firmó el llamado a licitación pública para concesionarlo por 20 años, con una inversión inicial de 9 millones de dólares para modernizar el syncrolift, talleres y oficinas.

El contrato fue adjudicado en marzo de 2025 a Patagonia Naval S.A., firmado en junio, y en los papeles prometía hasta 500 empleos directos y un canon mensual de 15.000 dólares para la provincia.

Pero en septiembre de 2025, la realidad es otra: el predio sigue igual de vacío y deteriorado, sin rastros de obras ni inversión. Lo único nuevo es la pintura partidaria.


¿Propaganda o delito electoral?

La intervención en el mural no es un simple “detalle estético”. Expertos en derecho electoral remarcan que usar bienes estatales para propaganda partidaria viola la Ley 19.945 (Código Electoral Nacional), que prohíbe símbolos partidarios en espacios públicos. La norma prevé sanciones que van desde multas de 500 jornales hasta 15 días de prisión.

Con las elecciones legislativas del 26 de octubre a la vuelta de la esquina —donde Chubut renovará dos bancas en Diputados—, el episodio se lee como un claro ejemplo de proselitismo indebido: se prioriza el marketing político sobre la puesta en marcha de un proyecto clave para la región.


Entre la propaganda y la necesidad real

El astillero, que alguna vez representó futuro e industria, hoy exhibe otra postal: promesas millonarias en stand-by y un mural que recuerda que, en plena crisis, la pintura llega antes que las inversiones.

Más que una pared coloreada, lo que se necesita en Chubut es transparencia, empleo y cumplimiento real de compromisos. Hasta entonces, el astillero seguirá siendo el emblema de lo que se dice, pero no se hace.

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