Maximiliano Cifuentes, pibe de 21 años, fue apuñalado en Comodoro en Año Nuevo. La audiencia para juzgar al culpable se suspendió y la bronca estalla. Bárbara, su mamá, no afloja: Es un maltrato”. ¿Hasta cuándo esperar justicia en esta ciudad donde el viento parece llevarse todo, menos las respuestas?
Un golpe que no cicatriza
El 1 de enero de 2025, Comodoro Rivadavia arrancó el año con sangre. Maximiliano Cifuentes, un pibe de 21 años lleno de vida, fue apuñalado por la espalda en un ataque que, según su madre Bárbara Sarmiento, fue puro veneno premeditado.
“Lo mató a traición, por la espalda, lo pensó, no es que no lo pensó… solamente quiero que se haga justicia para poder mínimamente vivir en paz, porque yo ya no voy a tener paz”, expresó.
La audiencia preliminar, que iba a ser el primer paso hacia la justicia, se pinchó como globo en cumpleaños de pobre. ¿La excusa? La otra parte tenía “otra audiencia”. Sí, en serio. Como si la justicia en Chubut fuera un turno en el súper. Ahora, reprogramaron para el 15 de octubre, y en Comodoro la paciencia está más finita que el sueldo a fin de mes.
Justicia para Cifuentes: ¿un sueño imposible?
La reprogramación al 15 de octubre da un respiro, pero no calma. El juicio por jurados promete ser clave: testigos, pruebas y la verdad al desnudo. Bárbara confía en que la justicia no le falle, aunque el sistema ya le dio un cachetazo con la suspensión. “Creo que va a haber una condena”, dijo, aferrándose a la esperanza como quien se agarra de un poste en un temporal patagónico.