La vida universitaria suele estar asociada a nuevas experiencias, desafíos y sueños por cumplir. Pero para muchos estudiantes del interior que llegan a Comodoro Rivadavia, el verdadero desafío no está en los exámenes, sino en sobrevivir al día a día.
Así lo visibilizó el influencer comodorense Ale Rojas, quien compartió en sus redes la dura situación de Carolina, una joven de 20 años que viajó desde Cholila para comenzar la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB).
Con apenas $100.000 que sus padres pueden enviarle al mes, Carolina enfrenta un panorama donde el dinero no alcanza ni para cubrir lo básico. “A veces elige no comer para pagar las fotocopias de la uni. Vive en un albergue y la verdad que tiene muchas ganas de salir adelante para aguantar tantas dificultades”, relató Rojas, que además difundió sus datos para que quienes puedan la ayuden.
La escena que más conmovió a sus amigas fue encontrarla ahogada en llanto por la impotencia de no poder sostener sus estudios pese a su esfuerzo. “Las ganas son impresionantes, yo sé que podemos ayudarla”, insistió el influencer, apelando a la solidaridad de la comunidad.
Carolina no es un caso aislado. El sacrificio que hacen cientos de estudiantes del interior para poder estudiar en Comodoro va más allá de las largas horas de cursada: convivir en albergues, trabajar en lo que aparezca, ajustar al máximo el presupuesto y, muchas veces, resignar necesidades básicas como la alimentación.
En redes sociales, la publicación generó debate. Una usuaria recordó que la universidad ofrece diferentes becas y apoyos: comedor, hospedaje gratuito, bonos de colectivo y hasta descuentos en fotocopias. Sin embargo, conseguir estos beneficios no siempre es inmediato ni suficiente frente a la inflación y el costo de vida en la ciudad.